La hipnosis clínica, también conocida como hipnoterapia, es una herramienta poderosa y eficaz para mejorar la salud y bienestar de las personas.
Aunque algunos individuos se muestran aprensivos a la hora de considerar la hipnoterapia como un tratamiento psicológico, por lo general debido a los conceptos erróneos que han podido ver en televisión o en las películas, son muchos los estudios que han demostrado su efectividad para abordar multitud de problemáticas.
Cómo funciona la hipnoterapia
Como terapia psicológica, la hipnosis recibe el nombre de “hipnosis clínica”, y permite que el paciente experimente una sensación de profunda relajación, mientras su atención se focaliza hacia su interior (sus emociones y sensaciones internas) y hacia las sugerencias adecuadas hechas por el terapeuta, que le ayudan a hacer cambios positivos.
En contra de la creencia popular, la hipnosis no es un estado de sueño profundo en el que la persona pierde la voluntad, el control y la conciencia, sino que se caracteriza por inducir al paciente a una condición llamada trance, en la cual está en realidad en un estado mejorado de la conciencia, concentrándose totalmente en lo que el terapeuta le va diciendo. Se trata de que el paciente se deje llevar, porque si no se deja llevar no hay hipnosis.
El trance se emplea como desinhibidor emocional, y la sugestión se utiliza para provocar cambios en los procesos cognitivos, fisiológicos, emocionales y conductuales del paciente, que se dejará influir por las sugestiones hipnóticas hasta el límite que considere oportuno. Si el paciente quiere, puede finalizar el proceso en cualquier momento. El rol del terapeuta simplemente es el de facilitador de la experiencia.
¿Para qué se utiliza la hipnoterapia?
La hipnoterapia se puede aplicar a muchos trastornos psicológicos, emocionales y físicos. Se utiliza para aliviar el dolor crónico, el dolor agudo repetitivo, el dolor de los problemas psicosomáticos (por ejemplo, cefaleas, migrañas, fibromialgia, dolor por cáncer, etc.), para la preparación al parto y para reducir la necesidad de analgésicos.
En psicoterapia, ha mostrado ser efectiva para el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo (entre ellos la depresión) y para los distintos trastornos de ansiedad: ataques de pánico, fobia específica y fobia social, trastorno de estrés post-traumático (TEPT), trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). etc.
Además, la hipnoterapia está especialmente indicada para reducir el estrés y superar las adicciones como el tabaquismo y el alcoholismo, los trastornos del sueño, los problemas sexuales y los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia). Los niños suelen ser fáciles de hipnotizar y la hipnoterapia puede ayudarles con la enuresis nocturna y el asma crónica.
La hipnoterapia es una de las formas de tratamiento más seguras, rápidas y efectivas para la mayoría de los problemas psicológicos y emocionales. Promueve una actitud de independencia y empoderamiento para hacer frente a los problemas y también puede acelerar el proceso de curación de muchos problemas fisiológicos.
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